Las úlceras por presión aparecen cuando una persona permanece mucho tiempo en la misma posición, lo que reduce la circulación sanguínea en ciertas zonas del cuerpo. Por eso, es fundamental realizar cambios posturales regulares.

La rotación de una persona con movilidad reducida debe hacerse de manera suave y programada, alternando posiciones cada 2 horas, según el estado de la piel y las indicaciones del personal sanitario. Esta medida simple previene lesiones y mejora el confort y la calidad de vida.

Un profesional Técnico Auxiliar en Enfermería es esencial en este proceso. Gracias a su formación, el TCAE conoce:

  • Las zonas de mayor riesgo de presión.

  • Las técnicas adecuadas de movilización y apoyo.

  • Cómo evaluar el estado de la piel y detectar signos de alarma a tiempo.

Contar con un TCAE garantiza un cuidado seguro, humano y continuo, especialmente en personas con movilidad reducida o que dependen de la ayuda de otros.

Higiene y cuidado de la piel🧼

La higiene diaria es otro pilar fundamental en la prevención de úlceras.
El lavado debe realizarse con agua tibia y jabón neutro, evitando la fricción. Tras la higiene, la piel debe secarse cuidadosamente, sin frotar, utilizando toques suaves con una toalla limpia.
Mantener la piel limpia, seca e hidratada ayuda a conservar su resistencia natural y a prevenir infecciones.

El TCAE también se encarga de observar el estado de la piel durante la higiene y de aplicar los productos adecuados, siempre respetando la dignidad y el bienestar del paciente.

Prevención de úlceras por presión 🛏️

🍽️ Alimentación y nutrición

Una buena alimentación es fundamental para mantener la salud y favorecer la recuperación de las personas que necesitan un cuidado controlado. Cada paciente tiene necesidades específicas según su edad, estado físico y tipo de tratamiento.

El TCAE desempeña un papel clave en este cuidado: prepara, adapta y supervisa la alimentación diaria, garantizando una correcta hidratación y nutrición.

El profesional se encarga de:

  • Preparar y administrar los alimentos según las necesidades y pautas médicas.

  • Controlar la hidratación y registrar la ingesta de líquidos y alimentos.

  • Detectar signos de desnutrición, pérdida de peso o dificultad para tragar (disfagia).

  • Favorecer un ambiente tranquilo y seguro durante las comidas.

Contar con un TCAE capacitado asegura que la persona reciba una alimentación adecuada, segura y adaptada a su situación, contribuyendo directamente a su bienestar y calidad de vida.

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💙 Apoyo emocional y acompañamiento

El Técnico Auxiliar de Enfermería (TCAE) desempeña un papel fundamental en el acompañamiento emocional de la persona, fomentando un entorno de confianza, cercanía y bienestar en el domicilio. Su presencia contribuye a mejorar la calidad de vida, especialmente en personas mayores, con movilidad reducida o que requieren apoyo continuo.

Gracias a su formación y experiencia, el TCAE puede:

• Escuchar y acompañar a la persona atendida, ofreciendo contención, comprensión y apoyo emocional.

• Favorecer la comunicación con familiares y personas de referencia, transmitiendo información de manera clara y respetuosa.

• Promover actividades sencillas que estimulen el bienestar emocional, como conversaciones, juegos o ejercicios adaptados a la capacidad de la persona.

• Observar cambios en el estado de ánimo o en la conducta habitual y comunicarlo a la familia o a los profesionales responsables del seguimiento.

Contar con un TCAE comprometido permite ofrecer un acompañamiento humano y cercano, donde el bienestar emocional y social es una parte esencial del cuidado diario, siempre dentro del ámbito de la asistencia sociosanitaria no sanitaria.

Apoyo emocional y acompañamiento 💙

El TCAE no solo cuida la salud física de una persona, sino que también brinda apoyo emocional, fomentando un entorno de confianza y bienestar. Su presencia y acompañamiento contribuyen a mejorar la calidad de vida, especialmente en personas con movilidad reducida o que requieren asistencia continua.

Gracias a su formación, el TCAE puede:

  • Escuchar y acompañar al paciente, ofreciendo contención y comprensión.

  • Favorecer la comunicación con familiares y personal sanitario, transmitiendo información de manera clara y respetuosa.

  • Promover actividades que estimulen el bienestar emocional, como conversaciones, juegos o ejercicios sencillos adaptados a la capacidad del paciente.

  • Detectar signos de ansiedad, tristeza o aislamiento, alertando al equipo sanitario para una intervención temprana.

Contar con un TCAE comprometido garantiza un cuidado integral, humano y cercano, donde la salud emocional es tan importante como la física.

Mantener el entorno limpio y seguro 🧹


Un entorno limpio y ordenado es fundamental para la salud y el bienestar de la persona a cuidar. El TCAE garantiza que el espacio donde se encuentra la persona esté libre de riesgos, reduciendo la posibilidad de caídas, infecciones o accidentes.

Gracias a su formación, el TCAE puede:

  • Desinfectar y mantener limpias las superficies, utensilios y materiales usados por el paciente.

  • Organizar el espacio, evitando obstáculos que puedan provocar caídas o lesiones.

  • Controlar la higiene de ropa de cama, ropa personal y utensilios, asegurando un ambiente saludable.

  • Detectar riesgos potenciales en el entorno, como suelos húmedos o cables sueltos, y actuar para prevenir accidentes.

Tener un entorno limpio y seguro no solo protege la salud física, sino que también aporta tranquilidad, confort y calidad de vida, mostrando que cada detalle del cuidado es importante.

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